Haas presentó este domingo su VF-17, el monoplaza de su segunda temporada en la Fórmula 1. Con una decoración en negro, gris y rojo, la escudería estadounidense quiere mejorar el octavo puesto del año pasado, esta vez con sus coches a los mandos de Grosjean y Magnussen. «La gente ve lo que podemos hacer en la F1 y creen en nosotros», dice Gene Haas, fundador de la marca.
El VF-17, el penúltimo coche presentado, sí tiene aleta de tiburón. El responsable del equipo, Günter Steiner, explica el trabajo de los últimos meses: «Los pedales son iguales, pero todo lo demás ha cambiado. Siempre intentas hacer un coche más rápido, más ligero, ahora podemos poner más lastre y mejorar la distribución de pesos. La aerodinámica es completamente nueva, como los neumáticos».
«El coche parece más agresivo, todo lo que hemos aprendido del primer monoplaza lo hemos aplicado al nuevo», añade Steiner.
