Tuvimos a prueba el Mazda CX-5 en su versión más alta, ‘Signature’; aceleramos su motor turbo y disfrutamos de su gran capacidad de carga.
Mazda CX-5 tiene versiones disponibles para mercado mexicano iniciando en los $466,900 pesos, y una motorización 2.5L que genera 188 caballos de fuerza y 186 libras pie de torque
Quizá debí haber empezado por su diseño, pasar al interior y después al motor; pero no pude evitar contarles primero sobre ese torque que nos mandaba la cabeza hacia atrás en cada aceleración. El turbo en este vehículo le ayuda a un mejor desempeño a pesar de sus dimensiones, el SUV pesa 1,656 kilos.
Es importante recalcar la tecnología Skyactive de Mazda, enfocada en la conducción y en mejorar tanto el rendimiento como el desempeño.
Recordemos que esta tecnología exclusiva de Mazda mejora el torque en sus motores y los ha hecho con un mayor rendimiento de combustible, así como mayor eficiencia.
Mazda CX-5 Signature te da poder a la hora de acelerar gracias a su turbo, pero también, te permite conservar la estabilidad en curvas, te otorga precisión en el manejo y control en la dirección, todo gracias a su tecnología G-Vectoring Control.
Ya hablando del interior: tiene una capacidad de carga de 928 litros en cajuela, buen espacio para piernas y cabeza tanto en bancas traseras como delanteras, y los asientos están vestidos en piel con costuras de color contrastante. Son ergonómicos y cómodos, tanto, que saben soportar tu peso para un gran confort en cualquier trayecto.
La cabina está decorada con insertos en madera, cromo y piano black en tablero y consola central; el quemacocos es eléctrico y el sonido que acompaña este SUV versátil es un sistema Bose con 10 bocinas.
Mazda CX-5 está hecha para un estilo más elegante, con necesidad de espacio, y sobretodo, para quienes gusten siempre del ‘power’ de un motor Turbo.
En el exterior su diseño KODO es más que destacable, la carrocería luce más limpia, tiene una personalidad elegante, moderna y minimalista.
Porta faros LED dirigibles con función de encendido y apagado automático; rines de 19 pulgadas que pareciera nunca dejan de girar aún estando estacionados, y una cámara de visión trasera en la parte trasera, con una cajuela de apertura automática.
Aquí el video de la prueba de manejo de Mazda CX-5
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